Oda al rey de Harlem

¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem!
No hay angustia comparable a tus rojos oprimidos,
a tu sangre estremecida dentro del eclipse oscuro,
a tu violencia granate sordomuda en la penumbra,
a tu gran rey prisionero, con un traje de conserje.

Federico García Lorca escribió ‘Poeta en Nueva York’ a finales de la década de los años veinte durante su estancia en la Universidad de Columbia. Los versos que anteceden pertenecen a ‘Oda al rey de Harlem’, uno de sus poemas. Es muy conveniente hoy en día citar la procedencia de las frases que se emplean. En rigor, siempre es aconsejable no adornarse con plumas ajenas, pero hoy es una cuestión de supervivencia. Uno intertextualiza un verso de esta oda, del mismísimo cancionero gitano, o de la ‘Oda a Walt Whitman’ y podría ser acusado de racista y homófobo por cualquier tuerto. Toda precaución es poca.

Me han venido a la cabeza los versos de Lorca por el contexto: el rey negro, el rey de Harlem, preso en un vistoso uniforme de alamares dorados, es en nuestra vida doméstica y sin pretensiones surrealistas, el rey de Carabanchel (y otros poemas celulares). Como saben, el rey Baltasar que tenía que haber participado en la cabalgata de anoche fue detenido por un robo con tirón en días previos. Ya no hay cárcel en Carabanchel y Gamou Dieng, que tal es el nombre del artista, está detenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche.

El Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos ya habían elegido al senegalés Dieng como Baltasar para la cabalgata de 2012, pese a que el hombre tenía dictada orden de expulsión de España desde el año 2009. Lo habían elegido por negro, no por los antecedentes, que conste. Ahora, España es mucho más multirracial y no falta un negro para hacer de Baltasar ni en los municipios más pequeños. Hace veinte años no había masa crítica. Bueno, en Baracaldo había un policía municipal guineano, al que le caía siempre el papel. En la cabalgata de Bilbao de 1993, me tocó a mí hacer de Baltasar. Después del recorrido, venía la tradicional recepción de SSMM a los niños de Bilbao. La criaturas pasaban, mirándole a uno con los ojos abiertos desmesuradamente por la emoción. Hasta que le tocó pasar al niño negro. Tenía unos seis años, era guapísimo y me miró con una desconfianza de siglos, sabedor de mi condición de negro ful. Bueno, pues al parecer en Carabanchel están en esas. «Nos negamos a pintar tener que pintar a alguien de negro«, dice la portavoz del Club Deportivo Antonio Machado.

Así que ahora los papeles se los dan a negros de verdad, como debe ser, aunque no estaría de más que tuvieran los papeles en regla (o en su defecto pasaporte diplomático). O, en fin, si esto tampoco pudiera ser, que no quiero ser tachado de xenófobo, no se eligiera a delincuentes, que después siguen practicando sus especialidades. Lo mejor del asunto, con todo es que «más de una decena» de asociaciones vecinales de Carabanchel, Asociaciones de Madres y Padres de los colegios públicos del Municipio exigieron la libertad de su gran rey prisionero. Según cuenta el diario ‘Público’:

«Las asociaciones y colectivos de Carabanchel opinan que, aunque desconocen las circunstancias de su ingreso en el CIE, «el hecho de no tener los papeles en regla no es motivo suficiente para tener a una persona retenida ni ser expulsada del país». Según informó la Asamblea Popular de Leganés del movimiento 15-M en su página web, fue detenido durante una redada en la estación de Renfe de Leganés.»

No fue detenido por no tener los papeles en regla, ni en la estación de Leganés. Un policía de paisano le vio dar el tirón a una mujer en el parque de Carabanchel y lo detuvo infraganti, tal como hizo saber el Juzgado de Instrucción núm. 35 de Madrid que ordenó su ingreso en el CIE.

Son cosas de nuestra izquierda, que reivindica a su rey senegalés y no sólo quería impedir su expulsión, sino reponerlo en su carroza, mientras hace campaña para expulsar al Jefe del Estado que ha representado a España en la etapa más larga de convivencia democrática que hemos tenido en toda nuestra historia. El diputado de Izquierda Unida, Alberto Garzón (que fue el diputado más joven en el Congreso, como antes Zapatero y Pajín, no digo más) lo explicaba ayer en su cuenta de Twitter:

«Dicen que hoy vienen los reyes. Dados mis principios democráticos a mi lo que me gusta es que se vayan. #vivalarepublica».

Es lo que hay. El viernes fue el cumpleaños  de nuestro Rey profesional y hoy es la Epifanía. El diario La Razón ha publicado hoy el retrato de la Familia Real, que el gran pintor manchego Antonio López lleva pintando desde hace 17 años y que ayer debió haber entregado, según el último compromiso.

No ha podido ser. La Razón explica las razones, pero el retraso del genial pintor se me antoja hoy una ventaja y una metáfora de la monarquía. Es justo el negativo del retrato de Dorian Gray: mientras  la imagen de la corona se resiente en el imaginario de los españoles, y la izquierda pierde la memoria de sus propias palabras al respecto, el Rey sigue a sus 75 con el saludable e inmejorable aspecto de hace 20 años en el magnífico cuadro de Antonio López, que es como pasará a la historia, no en los tuits de @agarzon.