Los otros malos. 5/ Cuando el mal es Dios

Benjamin Grullo

Esta reflexión sobre la identidad quedaría muy coja sin los principales beneficiarios de una identidad colectiva, los que la han creado: la abeja reina, el macho dominante o una elite que trabaja en cocina y que, por necesidades narrativas, se personifican en un solo individuo, da igual. Estos minidioses son los que manipulan nuestra capacidad para la copia, nuestro instinto de pertenencia y los que, aprovechándose de nuestro funcionamiento instintivo, diseñan el sistema con el que nos someten. El modelador de hombres es el auténtico monstruo del Nosotros, con él se devuelve la maldad a la individualidad. Aunque muchas veces se crean sus propias mentiras, ellos sí que no tienen excusa.

 Para ejercer el poder, el líder juega con la imaginación de la gente, él crea el programa bajo el que todos funcionan y que a todos coordina. El programa es una simple narración de un grupo humano eterno al que le espera un futuro próximo, definitivo y feliz, un sueño colectivo que los une a todos, una fantasía gregaria que todos sienten como propia pero que les ha sido implantada. Con esta narración el líder se apropia de las necesidades religiosas de los hombres y les fabrica un sentimiento de totalidad falso. Es una comunidad que supuestamente trasciende el interés individual cuando de hecho lo que está haciendo es expresar el egoísmo colectivo en un grupo contrario a los principios humanos básicos. Y la prueba está en que estos grupos necesitan enemigos, figuras de exclusión que les unan, minutos de odio. Son Nosotros que necesitan Ellos. El líder colectiviza el egoísmo con odio y lo hace pasar por generosidad y entrega a la comunidad. De esta forma burla la naturaleza humana y lidera a sus súbditos a un gigantesco acto de autoengaño.

Sabino creo la narración que otros gestionan en régimen de cooperativa, la narración según la cual algunos se definen como “vascos” igual que podían hacerlo como los Alfa, Beta o Epsilon de Un Mundo Feliz. En El Bosque de M. Night Shyamalan es una minoría de puritanos la que engaña a la comunidad con terrores artificiales para que vivan de acuerdo a los patrones medievales que ellos creen los correctos. El Dr. (Ar) Zaius quiere mantener a sus monos en la ignorancia tecnológica, porque la tecnología es humana y una vez destruyó el mundo – él no es del todo malvado. Y también, para esclavizar a los hombres y tenerlos de esclavos de los monos, tiene que mantenerlos ignorantes de lo que fueron. Christof es el que ha diseñado la inmensa boina bajo la que no sabe que vive Truman y el show que él llama “vida”.

Individuales o en cooperativa, actuando sobre un solo hombre como el doctor Frankenstein, o sobre muchos, todos estos malvados nos muestran que en su paternalismo, “es por vuestro bien”, hay algo pervertido. Es el paternalismo de un dios controlador que no deja a los hombres ser hombres. Un dios humano y vanidoso que no permite a los hombres ser sus propios dioses. Es un paternalismo indecente con el que autojustifica su vanidad, su ego y sus privilegios.

Estos personajes se explican a través de sus víctimas. Los que mejor descubren lo podridos que estan estos líderes y el mundo que han creado son sus criaturas. La mejor forma de conocer a Christof es a través de Truman Burbank. La mejor forma de conocer la aberrante pasión que consumía al doctor Moureau es observar sus grotescas criaturas y la mejor forma de conocer a Jordi Pujol es gracias a Carod Rovira.

Las identidades tienen su ciclo nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Cuando más cerca están de triunfar es cuando se desvanecen. Pero no por mérito de sus antagonistas, sino de sus partidarios. Son los que han sucumbido al Nosotros los que dinamitan la identidad desde dentro. Porque la manipulación tiene sus límites, porque, ni siquiera en Corea del Norte o en el País Vasco, lo fundamental de la personalidad humana puede ser completamente suprimido por una identidad colectiva. Permanece latente, y tarde o temprano surge lo inesperado, lo humano que se desborda y el sistema se resquebraja. Siempre. En la narrativa suele ser el amor o la amistad las que rompen la hipnosis identitaria. Truman se enamora de una extra que despierta sus deseos de explorar el mundo y dejar de ser parte de un decorado. El replicante, que como Hal 9000 es más humano que los humanos, quiere que su amada viva más que los 4 años para los que están diseñados. Y esto no puede ser, porque el sistema identitario de poder tiene que evitar por todos los medios que los hombres sean hombres por eso aspira a controlar todos los aspectos de la vida de los súbditos. No puede tolerar los sentimientos individuales. No pude tolerar que Winston Smith viva su sorprendente amor en 1984, ni la primaria necesidad de escribir versos de amor de un señor sin ideología como el Dr. Zhivago. Como dice Pasha, el personaje interpretado por Tom Courtenay, “La vida personal ha muerto en Rusia”. Dentro de una identidad, y hablo de identidad como opuesto a personalidad, sólo es posible tener conciencia colectiva. Hay que amputar todo lo demás, hasta el origen de Carod.

 Todos estos minidioses son desviaciones de la figura paternal del mentor y todos, salvo el tierno Gepeto, están destinados a sucumbir a manos de sus propias criaturas. Este es el destino que reserva la narrativa, que es una forma de justicia, para todos aquellos que manipulan el alma humana, individual o colectiva, en su propio beneficio. Como el Dr. Eldon Tyrrell el que ha creado los replicantes para que vivan sólo 4 años dedicados a labores ingratas que los hombres no quieren hacer. Como Moreau. Como el coronel Nicholson, que para mantener el orden es capaz, sin siquiera darse cuenta, de colaborar con el enemigo en la construcción de un puente sobre el rio Kwai.

 Cuando, después de ahogarse y renacer, cuando finalmente Truman Burbank llega nadando y toca la boina bajo la que ha vivido toda su vida, vemos la materia de la que está hecha: la identidad no es más que un decorado que todos creamos, con nuestros aitas, donostis, nuestros alardes o vergüenzas de apellidos, con nuestros signos externos de pertenencia. El nosotros es una realidad artificial teledirigida por la minoría que lo controla y a la que beneficia. Matrix es Aita, Donosti y Garikoitz. Este es el engrudo. Truman por fin comprende el engaño y se larga. Todo lo que ha vivido era mentira. Igual la verdad es mucho peor, pero es verdad.

Carod todavía está vivo, todavía puede redimirse y regalarse a sí mismo la individualidad que le han robado. Porque la narrativa tiene sus reglas de hierro, y la trama nos exige que Pujol vea antes de morir que sus monstruos se desvinculan e independizan de él, que todo lo que él y su elite manipuladora han creado con pretensiones de eternidad se desvanece en un cuesco. Truman se escapa libre, como el monstruo de Frankenstein y los monstruos de Moreau vuelven a cazar y a sorber agua, porque les gusta su naturaleza limitada, mediocre y magnífica. Carod llora y aulla a la noche, y millones de apañoles con él. Vuelve a apellidarse López Ribera y reconoce que es turolense y se lo dice entre lágrimas a todo el mundo, tanto si quieren oirle como si no.

-¡José Luis, aquí y en China!

Y al amanecer aparece sollozando en un cuartel de la Guardia Civil al pie de la garita donde su padre hacía las guardias (tal vez junto a Joaquín Sabina y Diez Usabiaga). Y con él solloza toda la cataluña charnega y asimilada, conscientes de su manipulación, hunden sus manos en las tumbas buscando a sus muertos, de los que renegaron, traicionándoles e impostando lo que no eran. Y todo por algo tan mediocre como pertenecer. Al final regresan a la identidad plural, la del perro de aguas, la de todos.

Todo esto es literatura, o sea, deseos de los hombres, en este caso los míos. Muy bonito. Pero en la realidad todo es más corriente, lo que termina con una identidad suele ser la fuerza humana más revolucionaria: el aburrimiento. Las identidades se deshacen porque la peña se cansa de repetir, simplemente. En cuanto detectan los patrones de repetición de la sociedad, se rebelan. El aburrimiento destruye estas fantasías. Entonces la narrativa que sujeta la identidad colectiva se descubre como falsa, y en contradicción con la universal. Y sin proponérselo los súbditos se yerguen, cogen de nuevo el testigo de la narrativa universal y de los valores humanos elementales. La egolatría colectiva se difumina y sólo deja unos sectarios rotos caminando como zombis asombrados de cómo han desperdiciado su vida construyendo la pirámide nacional de otros. Toda la fantasía ha tenido un coste para la comunidad inmenso que la avergonzará de por vida. El sueño se ha convertido en pesadilla y el bienamado líder en una figura siniestra.

Acerca de Santiago González

Periodista. Columnista de El Mundo. Ha publicado "Un mosaico vasco" (2001), "Palabra de vasco. La parla imprecisa del soberanismo" (2004), "Lágrimas socialdemócratas. El desparrame sentimental del zapaterismo" (2011) y "Artículos 1993 - 2008" (2012). Premio de Periodismo El Correo 2003.
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68 respuestas a Los otros malos. 5/ Cuando el mal es Dios

  1. eltumbaollas dijo:

    Buenos días
    una vez más magnífica entrada don Benjamin.
    Muchas gracias

  2. grunentahl dijo:

    A los ojos del pastor las ovejas son idénticas: lo que le motiva del rebaño es la lecha y la lana que puede sacarles…

  3. Jachuspa dijo:

    Extraordinaria entrada, D. Benjamin. Tan sólo una precisión: el padre de Joaquín Sabina no era guardia civil, pertenecía al Cuerpo General de Policía (los secretas, los sociales.. etc etc)

  4. manderley dijo:

    Venga, Benja, házte (hágase) fuerte! Esto es muy entretenido (hasta que se empieza con lo de los apellidos, que me mata)

  5. Belosticalle dijo:

    «La fuerza humana más revolucionaria: el aburrimiento»

  6. helgar dijo:

    Buenos días.
    En la galería de los malos tiene que estar Sánchez Gordillo. Ahora ya tenemos video en el que él, directamente, amenaza y coacciona a un encargado de Mercadona. Aqui se puede ver: http://historiademonesterio.blogspot.com.es/2012/09/sin-trampa-ni-carton-vean-lo-que-lleva.html

  7. Buenos días a todos.
    <a href=In memoriam

  8. catalina dijo:

    Querido BELOSTI, por ayer,
    No digo que no cuenten los aditamentos, naturalmente que a los nacionalistas se les van los ojos detrás de unos buenos apellidos -y es cierto que principalmente por los apellidos- pero después suele venir la pregunta -claro que dependiendo del puesto a ocupar- de las querencias políticas de la persona. Así lo he visto yo con mis propios ojos.
    Sin embargo la prueba del nueve creo que no está aquí, en un proceso selectivo para ocupar un puesto cualquiera en la Administración o cosa similar, sino cuando uno se toma la libertad de expresarse públicamente, cuando uno se pone a ejercer el derecho individual básico de opinar y andar por el paisito libremente. Entonces los apellidos no valen nada. Ayer decían, Unamuno, ese españolazo.
    Un abrazo.

  9. xcomentar dijo:

    Yo también pido un «malos 5/» para los que coaccionan a sus trabajadores y les impiden el derecho de huelga http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/26/barcelona/1332784391.html

  10. pablego dijo:

    Buenos días.
    Antes de abandonar esta singladura y subir a la nueva, recien estrenada, quiero felicitar a D. Benjamingrullo por sus entradas. Que finura, que buen corte de la realidad de los diferentes paisitos que nos pueblan. En fin, un 10, si me lo permite.

    Como de cine entiendo… nada, pues les seguí, les leí, aprendí y como el proverbio chino: me abstuve de decir nada por no estropear mi silencio, que era mejor.

  11. Bueno, quería responder a todos una vez terminada la reflexión, pero como el patrón se ha saltado un pedazo, supongo que por repetitivo, voy a adelantar unas respuestas.

    Por supuesto que el mimetismo es una respuesta rápida e instintiva que ha ido puliendo la naturaleza, por supuesto que el mimetismo es inteligente y fundamental para la supervivencia, tal y como explica Sursum. También es verdad que hay un mimetismo natural e inevitable, como dice Catalina y demuestra Jon. Yo no he dicho que el mimetismo no pueda ser inteligente ni inevitable. Pero Sursum en su argumentación me hace trampas – como le conozco sé que es debido más a mi torpeza – porque Sursum y Catalina obvian lo más esencial. Qué es a través de nuestro instinto de pertenencia, origen de nuestro mimetismo, como unos listos nos MANIPULAN. Y esto no nos convierte en inteligentes, nos convierte en ovejas. Y tontas hasta decir basta.

    Para presentar la asimilación mimética como natural lo que doña Catalina y Sursum hacen es dar por normal y espontáneo un entorno que no lo es. Yo no tengo nada contra la asimilación espontánea en un entorno normal. Como tampoco lo tengo contra la no asimilación natural que también existe, ojo. Pero es que no vivimos en un entorno “natural”, por mucho que esta sea la palabra que más les gusta a los que controlan este retorcido invernadero para hacerlo pasar por una campiña idílica. Creo yo que la propia Catalina estará de acuerdo, muy, en que nos pide demasiado cuando nos intenta colar el Gohierri, precisamente, como un entorno natural. (Ah, este sutil “nos” en el que apelo a la complicidad de un Nosotros, halagándoles, incluyéndoles para que la pertenencia nuble su entendimiento. Puaj, no tenemos remedio) Sí, claro, los ecosistemas espontáneos son la tundra, la taiga, el gohierri y el laboratorio del Sr. Pavlov. Por favor, doña Catalina, espero que sea su sentido del humor, ¡el gohierri¡ A esa cazuela sólo le falta la tapa.

    El mimetismo en el País Vasco es artificial, como lo es en los entornos manipulados clásicos, como el mimetismo que provocan los aplaudidores profesionales, las risas falsas o las plañideras.

  12. manderley dijo:

    Nos manipulan, nos excluyen y nos matan.

  13. Sigo.

    Un ejemplo clásico de entorno manipulado es la cla que ejecutaban unos aplaudidores profesionales para disparar el mimetismo gregario en el momento final de una representación y así garantizar su éxito. Algo así como intenta desesperadamente Charles Foster Kane cuando trata de convertir a su mujer en una diva. Imaginemos un crítico de ópera novato que mientras observa la representación se da perfecta cuenta que es un bodrio, que hasta se medio duerme, y que en el momento final le coge despistado y su mimetismo instintivo disparado por los aplaudidores profesionales le hace aplaudir lo que él considera un fracaso. Un crítico de ópera que desconozca los mecanismos miméticos que operan sobre todos nosotros no puede decirse: “Joder, qué gilipollas soy, ya estoy otra vez dejándome llevar por un entorno manipulado”. Así que, a posteriori, condicionado por dotar de coherencia a este hecho mínimo que no entiende, él dando palmas, cambia todas sus reflexiones y su crítica del día siguiente para alabar a la obra. Al criterio le ha podido la banalidad. Creo que la pregunta que se hacía Huxley sobre qué pasaría con la individualidad de un filosofo si se la situara en un entorno condicionado queda tristemente contestada.

    Además, la asimilación como respuesta mimética, en el País Vasco es todavía más siniestra y ni tan inocente ni inteligente como pretenden Sursum, Catalina o Juaristi, porque está provocada por el premio y el miedo. El premio económico del PNV junto con la amenaza de ETA es nuestra cla, un látigo de domador al que la peña reacciona para pasar por el aro y el pescadito final. Irresistible. Por supuesto que esto, como el crítico de teatro, el que lo padece no lo reconocerá nunca. Ésta es otra de las grandes fuerzas que convierte a la peña en inconsciente, como poco, la coherencia con unos actos suyos que no entiende. Y, en este caso, porque entenderlos sería demasiado vergonzante para su propia dignidad. Es normal, uno no puede vivir mucho tiempo con una imagen de sí mismo correspondiente a la de un león marino con nariz roja que, tras duras jornadas de condicionamiento pavloviano, hace cabriolas en el Euskalerria´s Sea World.

    En Andalucia la misma asimilación mimética no se produce. Uno no se engomina el pelo se sube ni le llama a su madre xoxo o a su padre pisha, ni se convierte en un estereotipo de Andaluz. Los vascos que emigran a Andalucía no hacen eso, supongo que sí habrá alguno, y no me parecería mal, porque Andalucía sí es un entorno sin condicionar, o con condicionamientos inevitables que existen en cualquier sociedad. Pero es completamente antinatural que alguien que no ha dicho jamás aita, incluso “ene pues, viviendo en el País Vasco de toda la vida”, lo diga. Porque aquí mismo hay de ciudadanos que no son emigrantes, que tienen apellidos de hacen salivar a Arzallus, que llevan generaciones viviendo aquí sin decir “aita” y ahora lo dicen.

    Insisto en que estáis partiendo de un presupuesto falso, que la sociedad vasca es una sociedad normal en la que todo el mundo decía Aita, y que la asimilación es la propia de la vida que se produce en todas partes. No es lo que yo he visto. El País Vasco es una sociedad disfuncional. Estáis comprando un costumbrismo de laboratorio.

    Y tampoco estamos hablando de la elite. Esto es lo más llamativo. La elite en el País Vasco nunca ha dicho Aita. Y en las sociedades normales siempre han sido las elites las que marcan la moda. Es asombroso, porque aquí son los boronos idealizados por una clase media bilbaina, que ahora es alta, de psiquiatra. Sobre por qué las clases altas del País Vasco han renunciado a ejercer su papel de elite referencial se podría hablar mucho, porque no sólo ha sido el miedo, lo que les ha hecho abstenerse, sino algo bastante más cutre, el cálculo y el interés. Me encantaría leer las reflexiones de Jon sobre por qué la elite económica negurítica y bilbaina se ha comportado de forma tan mendaz.

    Al final, como Catalina dice “hay que elegir”. No valoro mi mimetismo por muy emocional, melancólico o simbólico que sea. Creo que hay que hacer un esfuerzo por no representar la comunidad tal y como lo hacen los nacionalistas, y creo que hay que boicotear el mimetismo a la mínima ocasión.

  14. Piojo García dijo:

    Hay, junto a los otros nacionalismos ibéricos – vasco, catalán, gallego- , otro nacionalismo del que nunca se habla pero que está inscrito en la más rancia tradición ibérica ya que cumple todas sus premisas: es el nacionalismo gibraltareño. Es, sin duda, mucho más divertido que el resto de los nacionalismos ibéricos ( sobre todo para nosotros, los que vivimos junto a ellos ) pero no deja de ser un nacionalismo con todos sus inconvenientes para los que lo soportamos.
    En primer lugar, como en cualquier otro nacionalismo ibérico (no me atrevo a poner español ) la identidad llanita se construye frente al otro, en este caso, frente al español: cuanto más llanito eres, menos español eres ( como aseveraba Azurmendi en La herida patriótica sobre los abertzales ) . Esto tendería a llevar a la esquizofrenia a gentes como al Hon. Dr. Joseph García o al Hon. Dr. John Cortes, miembros del gobierno de Gibraltar pero no lo crean, lo llevan bien, sin problemas; el hecho de que su lengua materna en muchos casos sea el español o que su familia materna sea de la Línea ( antes del cierre de la frontera en 1969 los llanitos tendían en muchos casos a casarse con españolas, más que nada porque el colonialismo inglés era mucho más cabrón que el español y, aunque se diesen casos, era raro encontrar matrimonios mixtos en aquellos tiempos ) no les ocasiona ninguna dismorfia de género. ¿ Por qué ese rechazo a una parte de su – no sé si llamarlo- idiosincracia? Pues como siempre y para no desentonar con el resto de los nacionalismos ibéricos aparece la figura de Franco en el horizonte, el gran culpable gallego. En su imaginario fue Franco el que los disoció de España ( ¿ les suena el argumento ? ) cerrando la frontera en 1969: esto era el paraíso donde convivíamos en amor y paz hasta que llegó Paco, el gran Satán, ofreciéndonos la manzana de la soberanía española y como no la quisimos morder porque éramos un pueblo sano y de orden y democrático, fuimos castigados a un infierno de soledad de trece años. El argumento es, como la mayoría de las afirmaciones de los nacionalismos, mentira en casi toda su extensión: es cierto que fue Franco quien cerró la frontera pero esto no era un paraíso: había miles de campogibraltareños explotados en Gibraltar por la pequeña burguesía llanita sin derechos laborales, estafados a un lado y otro lado de la frontera con las condiciones laborales y con el cambio de la libra a pesetas; ni siquiera el argumento de la democracia llanita frente a la dictadura de Franco se sostiene: ¿ a quién eligieron los llanitos en las elecciones de 1945: a Churchill o a Attlee ? Probablemente a ninguno: primero porque los británicos había expulsado a todos los gibraltareños de sus casas y los habían evacuado por el resto de colonias y segundo, porque la democracia ( la constitución ) llanita es muy reciente: data de 1969, qué curioso. Y aquí viene lo que quería decir desde el principio ( se me ha ido la mano con la introducción ) que entronca con la entrada de hoy: en el caso de Gibraltar el doctor (ar) Zaius ( magnífica invención, por cierto ) es el propio Reino Unido que canaliza el resentimiento de los llanitos frente a España en los años 60 acuciada por la política de Castiella en la ONU pero en este la jugada del Doctor Maligno Británico le sigue saliendo bien y no hay visos de que su creación se vuelva contra ellos.
    Disculpen la extensión pero se me fue la mano

  15. Feroz dijo:

    Ayer apareció por la nao D. Jon Juaristi. Siento no estar a bordo cuando vino, porque le habría adjuntado esto que apareció en un artículo de Gregorio Morán que nos pasó ayer Dª Pussy Cat:

    «Sin banderas, una manifestación de funcionarios de la Universidad de Madrid ha impedido la inauguración del curso lectivo de este año. “Estas no son formas”, dijo uno. “No es democrático”, dijo el otro. Pero uno y otro son el rector de la Universidad Complutense, José Carrillo, hijo de Santiago Carrillo, y el otro, el director general de Universidades, Jon Juaristi, poeta festivo, con un largo camino desde el abertzalismo radical y el grupo Pott hasta su conversión en bien remunerado compañero de viaje del PP.»

  16. Cosas del hiperespacio. La Invasión de los Bodyboinas tenía una segunda parte que creía que había mandado al patrón, y que daba introducción a la entrada de hoy. Como dice Navarth, por si están aburridos:

    ….
    Cada día observas más asustado a más mutantes. Son exactamente iguales en apariencia a nuestros familiares, nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo… pero sin alma y con emociones y sentimientos preprogramados. Una población deshumanizada que sólo ve las ventajas del sometimiento y que ha cedido su libertad por estar bien cobijadito en el Nosotros.
    Los talentos que afloran en este entorno gregario, pintores, novelistas, periodistas, escultores, abstractos, realistas, simbolistas… da igual, tienen todos las mismas cualidades, un conformismo dedicado a la exaltación. La intención y la temática a la que dedicaban sus obras es siempre la misma. En el País Vasco el arte ha quedado reducido a una adulación al Nosotros. También el sentido de la historia es derrotado por la pertenencia. Tanto que el historiador se convierte en un simple acumulador de anécdotas que prueban hasta en lo más ridículo que hace milenios ya existía el Nosotros.

    Por no hablar del escultor colectivista. Se cree un artista, pero esas estéticas primitivistas que se pretenden mitificaciones de raíces milenarias no son otra cosa que adulación. No hay en su arte nada de originalidad individual que sea útil a los hombres. Cuando uno viaja por ahí, y sin ir muy lejos descubre que todas las comunidades que pretenden caracterizarse por el mismo esencialismo producen la misma, exacta, “originalidad”. Son las mismas formas y los mismos materiales rotundos y sólidos con pretensiones de eternidad que akiaki nos venden como creación autóctona. Un arte raquítico que no contribuye en nada a ampliar la visión de los hombres sobre sí mismos. Puaj, mimetismo, qué feo es. El arte del Nosotros es ridículo como lo es la vida entera.

    Lo extraño es que la sociedad aparenta ser feliz. “Como aquí no se vive en ningún sitio” dicen a la menor ocasión. Pero hay algo siniestro en esa afirmación de felicidad, como en las sonrisas beatíficas de los miembros de las sectas. Parece que se dicen a sí mismos “soy feliz soy feliz soy feliz este es el mejor sitio del mundo este es el mejor sitio del mundo”.

    La cosa es cada vez más seria. Y cuando comentas tus percepciones te toman por loco. Hasta que descubres la verdad porque casi te pasa a ti mismo. Un día sueltas un Donosti gregario y antes de que te dés cuenta te descubres colocándote un pendiente en la oreja, dispuesto a matricularte en filología y a hacerte un experto en la Dama de Amboto. Nooooo. Así que la emprendes a hachazos contra tu imagen. Le das antes de que te diga “¿Zer moduz?” y le dé por ponerte a cantar kogudaris en cuadrilla por todas las cumbres del País Vasco. Lo de cumbres es una bilbainada. Te avergüenzas porque te han pillado en un descuido gregario y casi te atrapan. A punto has estado de ser sustituido por una copia de ti mismo con horribles pantalones de alpinista y andares de oso Yogui. Ya no hay duda. Es así como descubres cómo la banalidad cambia la idea de ti mismo. Cuando te quedas dormido, las vainas de Baquio te replican, te sustituyen y pasas a pensar como miembro de un grupo diferente del humano y enfrentado a sus principios más elementales. Ya está. Tienes que decírselo a todo el mundo.

    Lo intentas, pero te llaman loco y facha. Levantan el brazo y te lanzan unos terribles irrinchis. Ellos han sido convertidos y tú no perteneces al Nosotros. En la huída encuentras a los cuatro raros que son como tú y te refugias en ellos. Tu vida queda reducida a dar vueltas por la manzana y a unas cenas mensuales cuasiclandestinas en las que te desahogas.

    Paseando por el puerto descubres que las vainas se exportan a todo el mundo. Y ahora lo entiendes. José Luis era, sin duda, un vaina, pero ¡Mariano? Mariano, ese misterio cada día se descubre como más vegetal. Constatas que sus pajecillos dicen Alderdi Popularra e impregnan twiter con banalidades nacionalistas que en ellos suenan terriblemente forzadas. Incluso su vaina en Galicia pide, con dinero público, fomentar el gallego en las redes sociales. No hay duda, también ellos han sido colectivizados. Quieren estructurar el mundo en colectividades vegetales y manejables.

    Te decepcionas, todo resulta tan cansado que está siempre presente la tentación de rendirse y de dejarse llevar por el grito primitivo de la manada. “Vamos, unete, no duele”. Habitualmente suele ser la versión ultracuerpo de la mujer fatal la que intenta convencerte. “La abducción no es dolorosa. No es como cuando te cortan un brazo. Ven, hazte del Nosotros, que una conciencia amputada es una liberación”. ¿Cuántos alistamientos han visto ustedes en sus amigos a cuenta del matrimonio con una mujer pragmática que tiene una comprensión instintiva de los mecanismos identitarios? Es la misma mujer que hace a su marido tirar una piedra a Fernán Gómez en La lengua de las Mariposas. Además, igual hasta tiene razón ¿para qué tener algo que no sirve para nada, sólo te da disgustos y te margina de tu entorno? ¿Por qué mi conciencia me dice que este entorno es inmoral? ¿Qué hago? Me adapto, no me adapto, me adapto… Hasta que le ocurre a tu último amigo. Entonces sabes que estás solo, rodeado por los ultraboinas. Creo que soy el último. Qué sueño. Voy a echarme un rato junto a una vaina de Baquio. Ahhhajjjjjlajjgaagggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggg.

    Aupa chavales. ¿Zer moduz, puedo volver a ser vuestro amigo?
    Fundido a negro.

    Otra vez, como los zombis el planteamiento es tan fuerte que la historia sólo tiene un posible final: el triunfo de los bodyboinas. No existe una arma contra los abducidos por las vainas de Baquio. Ni siquiera la vergüenza ajena. Y todo ha empezado por una banalidad, impuesta por una elite que la ha convertido en requisito de pertenecia.

    Claro que todo esto no forma parte de una invasión alienígena, es mucho más sencillo, todo forma parte de un plan de control social que explota las debilidades humanas, principalmente nuestro instinto de pertenencia. Un plan para convertir a los humanos en zombis, esclavos inconscientes, algunos, e ultracuerpos, inmorales con excusas, los más. Para que sigan siendo miméticos y no puedan avanzar en su condición de hombres.

    Los monstruos nos explican, gracias a ellos aprendemos que en una identidad hay idiotas y listillos, zombis y ultracuerpos. Pero un Nosotros tiene siempre una estructura jerárquica y sirve a un fin. Hasta en un hormiguero hay líderes cuyos impulsos individuales las demás siguen y, sobre todo, una hormiga reina. Por eso, es necesario completar esta reflexión, más o menos cinematográfica, sobre la manipulación con el manipulador, porque una identidad no es mas que un instrumento de sometimiento del que algunos se sirven. El modelador de hombres es el auténtico monstruo del Nosotros, el malvado más vanidoso.

  17. Por si no ha quedado claro, que no se la había mandado al patrón, que me había liado con los cortapegas.

    Disfruten del día de playa.

  18. catalina dijo:

    Sursum dijo ayer:
    Esa es una cesión de ellos con amargo sabor a derrota: hacer de la necesidad (=obligación) virtud (=fuerza). Pero, para un nacionalista, lo vasco se identifica con rasgos étnico-culturales y étnico-raciales muy definidos.

    Ya lo creo que la pérdida ha sido inmensa. Del proyecto inicial sabiniano tan lucido –para el que le guste, claro- con sus tipos vascos altos, esbeltos y de elegancia natural, su sociedad estamental sin conflicto, derivado todo ello de una evolución admirable en un pequeño espacio de la península ibérica desde el jurásico (tengan en cuenta que entre nosotros ha ocurrido el fin del Arte y de la Historia, por eso no hemos necesitado escribir ni pintar o esculpir como los demás pueblos, mucho más imperfectos), bueno, pues pasar de ese proyecto sabiniano a otro en el que lo que que hay es una turba multicultural en aumento, y en la que el conocimiento del eusquera o la ejecución del silbote, que ya es mucho, no garantizan nada, ha tenido que ser tremendo. Por eso entiendo que se agarren hasta donde puedan a los apellidos, pero no sé cuánto les va a durar esto.

    A mí no me importa nada que lo pasen fatal.

  19. Belosticalle dijo:

    Doña Catali, también por ayer,

    Mi cuarteto de anoche:

    Catalina, soprano
    Jon Juaristi, tenor
    Sursum corda!, barítono
    Benjamín Grullo, basso ostinato

    (¿Dan concierto también hoy? ¡qué bueno!)

  20. catalina dijo:

    Y al órgano, siempre acompañando con maestría, el gran BELOSTICALLE.

    Jajaja, la soprano desafina y llega malamente al si bemol.

  21. catalina dijo:

    Querido BENJAMINGRULLO, pequeño inciso,

    Nuestro entorno es completamente normal desde el punto de vista cultural, es el que hay, es un entorno cultural como otro cualquiera, tan artificial, tan creación humana como todos. La biología presta ahí sus mecanismos elementales para la supervivencia.
    Otra cosa es que sea un entorno indecente, inaceptable desde un punto de vista moral.

    Sigo leyéndole

  22. jon juaristi dijo:

    Hombre, Feroz, cuánto me alegro de que nos traiga usted esa perla cultivada de Gregorio Morán. Para tranquilidad de todos: mis remuneraciones como compañero de viaje del PP (entiendo que quiere decir «como cargo político en gobiernos del PP») nunca han sido de locura. Ganaba más cuando me dedicaba a mis labores de profe y escritor de best-sellers. Y, por supuesto, son claramente inferiores a las que percibía Gregorio Morán en su época de compañero de viaje del PNV, que tan amenamente contó en su Testamento Vasco.
    Pero la más descacharrante de las crónicas sobre el pifostio que se montó el lunes pasado en la Universidad Autónoma de Madrid se debe a Carlos Tena, antiguo pinchadiscos oficial del régimen franquista desde 1960, que, desde su retiro cubano sufragado con lo que se ahorran los Castro en proteínas para la población, me califica de «fascista» y de «vergüenza de la universidad española» por haber conseguido inaugurar el curso, como era mi deber, en medio de la bronca. O sea, que el sueldo me lo trabajo. Y que todos mis detractores sean como Morán y Tena, Virgencita de Begoña.

  23. catalina dijo:

    No sólo es inaceptable moralmente, también desde el punto de vista práctico. Yo defiendo siempre la comodidad personal, el vivir moderadamente bien dentro el propio pellejo, cosa que parece fácil a primera vista y que no lo es, y menos si le ponen a uno continuamente retos imposibles por delante, como aprobar el EGA -un examen de capacitación en vascuence- para ejercer la Medicina, cortar troncos o llamar Herlantz al hijo.
    Cada uno puede elegir lo que quiera, pero yo no aconsejaría arrancarse jirones de personalidad, porque además del dolor y el absurdo de la renuncia, los vacíos pueden llenarse de algo peor.

  24. repanocha dijo:

    Ayer desembarqué antes de leer su alusión, Sr. Juaristi.
    Me temo que mis esfuerzos en pro de la brevedad me impiden a veces ser inteligible. Quizá por ello usted entendió que yo me manifestaba en favor de la uniformidad achulapada. Nada más lejos de mi ánimo. Cada uno que vaya como prefiera, que yo ya tengo bastante con lo mío.
    Haciendo referencia a su afirmación: Yo no he dicho que los inmigrantes se hacen todos nacionalistas, sino que pierden su cultura de origen y se hallan así inermes ante las dominantes en los países o regiones a los que llegan. Esto pasa en términos generales… (respuesta a D. Penalty)
    Lo que yo intentaba ex presar, con tan poco acierto evidentemente, es que la invasión de los bodyboinas no es inexorable. Que se necesita un caldo de cultivo, unas determinadas condiciones que, a mi modo de ver, en Madrid no se dan.
    No estuve ayer en Usera, en realidad hace casi 30 años que no vivo en Madrid y hago sólo viajes ocasionales. Quizá esté mal informada, pero mi impresión es que a nadie se le impone el bombín o el mantón; que a nadie se le fuerza a comer gallinejas, caracoles o callos y que quienes desean seguir tomando arepas y pupusas no son considerados bichos raros; que Vd. mismo, señor Juaristi, no se ha visto en la necesidad de transmutarse en Juan Juarez para ser respetado en Madrid.
    Otra cosa es que los cafres no le permitan hablar en lo que en España llaman Universidad, que es tema aparte.
    Que los inmigrantes pierdan su cultura de origen si la lejanía, la comodidad o las circunstancias les van abocando a ello de forma natural, es una cosa; que se vean forzados a ello salvo pena de exclusión o maltrato es otra cosa distinta y creo que peor, que yo, afortunadamente, nunca he tenido que vivir.
    Por cierto, excelente y enjundiosa la navegación de ayer.

  25. xcomentar dijo:

    Estimado BejaminGrullo:

    He seguido con atención su excelente parábola sobre las vainas. Me ha enseñado muchas cosas. Reconozco su sufrimiento por la lucha constante contra las imposiciones de su entorno. Ahora bien, no es menos cierto que también hay ciudadanos con DNI español que también sufrimos y sentimos la imposición de un estatus y un modelo español que aborrecemos. Tiene razón en afirmar que «la asimilación puede ser indolora» y a veces uno se plantea si merece la pena gastar tanta energía en resistir, en que acaben tildándote de loco; pero también hay alguno, como Lluís María Xirinacs, que vivió rodeado «de vainas» y entregó toda su vida http://www.vilaweb.cat/noticia/2513142/20070812/noticia.html.

    Si mi exposición ha incomodado a alguien, le pido disculpas.

  26. loco dijo:

    Me asombra la atribucion, por parte de Gregorio Moran, a Jon Juaristi de ser «compañero de viaje del PP».
    Juaristi, ya nos ha dicho que entiende que quiere decir “como cargo político en gobiernos del PP»

    En 1981, Ramon Chao nos ofrecia una pequeña historia de los compañeros de viaje.

  27. Feroz dijo:

    D. Benja, le dedico este charnego agradecido:

    Un español que se siente Catalán
    09/09/2012 | 14:25h

    Antes era anti-independendista, pero ahora para mi España que se vaya a tomar viento, En Madrid te sorprendería saber que hay muchos que si pudieran también se independizarían de ciertas regiones de España, o de la UE .Consideran que Cataluña se le debe una oportunidad de volar sola. Como me dicen familiares y amigos del resto España. «Que suerte los catalanes de poder escapar del Titanic Español» Somos muchos los españoles acogidos en la tierra catalana, donde hemos recibido un buen trabajo, Hemos comprado nuestras casas y educado a hijos y nietos. La mayoría salimos de la pobreza más absoluta de nuestros pueblos. A algunos les falla la memoria. Yo se muy bien como llegue a Barcelona, casi sin nada malviviendo en una pensión 40 años atras. Pude estudiar en la universidad, labrar una gran carrera profesional, otros compañeros han sido taxistas, obreros de la construcción han montado bares empezando desde camareros o cocineros. A Cataluña todos le debemos mucho, tu por lo que veo nada. Pues no pises esta tierra catalana. Prefiero ser parte de Cataluña independiente y vivir mejor. Me importa poco la bandera el himno o el idioma, solo la felicidad .España va a la ruina total.

  28. benjamingrullo:

    «Yo no he dicho que el mimetismo no pueda ser inteligente ni inevitable. Pero Sursum en su argumentación me hace trampas – como le conozco sé que es debido más a mi torpeza – porque Sursum y Catalina obvian lo más esencial. Qué es a través de nuestro instinto de pertenencia, origen de nuestro mimetismo, como unos listos nos MANIPULAN.»

    Lo bueno de discutir cosas con amigos es que al debate le precede la voluntad de entenderse mutuamente, o ése debería ser siempre el caso. Así que usted sabe que sólo le voy a hacer «trampas» para provocarle a pensar, no para que caiga en agujeros inútiles para usted, para mí y para todo el que nos lea. Y en este caso, ni siquiera le hago de esas trampas. Pienso, creo que como usted, que los rasgos de pertenencia más básicos son anteriores al uso que se les da para manipular porque de otra manera aparecerían como un claro invento hasta para el más pardillo. Los creadores de opiniones empiezan con algo asumido de manera general y lo modifican en su provecho. Es decir, partimos de algo espontáneo y llegamos a la manipulación por lo simbólico.

    Ya hace mucho, escribí que todo lo que funciona en política es básicamente lo mismo que funciona en publicidad comercial, en el fanatismo religioso, étnico, deportivo. No hay una infinidad de recursos y solemos adaptar lo que tenemos para diversos usos. Por ejemplo, lo «natural» goza de una valoración positiva para la mayoría (dejamos la explicación para otra ocasión), llega el creativo de publicidad e incluye lo natural entre las características destacadas del nuevo producto, todo el mundo le da una puntuación positiva y empieza a comprarlo. Otro ejemplo, lo solidario goza de una valoración… y sigue lo mismo de arriba. Otro ejemplo: lo humanista goza… sigue lo mismo de arriba. Y así podríamos llegar hasta pasado mañana con ejemplos.

    Así que no hay que confundir rasgos de la sociabilidad humana con el uso de esos rasgos para manipular. Además, usted sólo suele ver una parte de la manipulación: la del Rodríguez que se llama Erlantz u Hodei para ser como los «vascos de verdad». Pero es que incluso los supuestos «vascos de verdad» se disfrazan de «vascos de verdad por la gloria de mi madre» porque no les basta ser autóctonos de veinte generaciones sino que no deben usar un nombre «españolazo» y tienen que ser admitidos en el club. Son tan manipulables y manipulados como el Rodríguez. Usted hace la broma del «apañol», pero es que tenemos a todos los «baskitos» que han seguido unas tradiciones y unos nombres que no existían y que como premio no se llevan más que una piruleta tricolor, mientras que los verdaderos beneficiados son los que mueven los hilos, fabrican las tradiciones y se ríen de los que se lo creen todo.

    «lo que doña Catalina y Sursum hacen es dar por normal y espontáneo un entorno que no lo es. »

    Por alusiones, grullo: lo que hacemos es distinguir lo que es normal, como que alguien llama aita y ama a sus progenitores A y B porque es lo que ha oído en casa, como yo he oído pronunciar la «LL» o llamar anchoas a las anchoas, del uso manipulador, impostado como cuando los burukides ponen entonación de casero para que se note que son del pueblo. ¿Y a eso no lo podríamos llamar mimetizarse a la inversa? Porque en este caso son los dirigentes los que deben disfrazarse de tipo majetón y campechano para el pueblo.

    Hay una manipulación consentida porque es un precio pagado para subir en la escala social. Y eso no ocurre sólo cuando la escala la define una ideología etnicista vasca sino que la reconoce usted a primera vista en el «borjamari» de la película, en el acento y la forma de vestir y de calzar, a qué sitios se va y qué se hace, que es lo propio de todos los clasismos. Incluso para ser progre e independiente hay que ir vestido de progre e independiente porque si no, uno no parece lo suficientemente progre e independiente.

    «El mimetismo en el País Vasco es artificial, como lo es en los entornos manipulados clásicos»

    Totalmente de acuerdo, pero no todo es de ESE mimetismo. También hay una manipulación más de igual a igual en la que no puedes destacar demasiado de tu grupo porque te empiezan a mirar raro.

  29. Otra cosa, grullo:

    Usted siente una mezcla de desprecio y misericordia por los «apañoles», pero de algún modo han reventado las costuras ideológicas del nacionalismo sabiniano. Hoy no hay un solo nacionalista que se atreva a sostener la mitad de la mitad d elas tesis de su fundador, incluso en la interpretación más dulcificada. Los burukides deben de estar satisfechos en un porcentaje por las consecuencias materiales de su proyecto: tienen buenos puestos, buenos sueldos, la gente les hace reverencias y les llama «X jauna» y viven en cómodos pisos de diseño en Bilbao y pasan los ratos de ocio en sus toxokos de los pseudocaseríos que han comprado. Han desplazado ellos, los hijos y nietos del tendero y del que bajaba al mercado de Santo Tomás a los señoritos de siglos pasados, que se morían por codearse con la nobleza en Madrid (eso lo contaba ayer, creo, Jon Juaristi). El antiguo Neguri, los antiguos palacios en Santurce, Portugalete o Baracaldo han sido reemplazados por la nueva generación de nacionalistas.

    Pero tienen que estar rabiando que eso lo consiguen renunciando a la pureza étnica, o tratando de superar la disonancia cognitiva de tener que basarse en un fundador racista al que o desprecian por fantasma o deben aparentar que lo desprecian. Si pusiesen un arco detector de apellidos maketos a la entrada de los batzokis o no pararía de pitar o se quedarían vacíos los locales. Hoy hay muchos nacionalistas vascos porque la mayoría son hijos de los maketos que despreciaban los que hoy los necesitan para que les voten.

    No sabe lo que alivia no tener que vivir entre tanto disimulo. La mayor parte de mis antepasados no son vascos, yo vivo aquí y no aspiro a parecerme a los nacionalistas ni a que me llamen vasco. ¿Y qué?

  30. catalina:

    «pues pasar de ese proyecto sabiniano a otro en el que lo que que hay es una turba multicultural en aumento, y en la que el conocimiento del eusquera o la ejecución del silbote, que ya es mucho, no garantizan nada, ha tenido que ser tremendo.»

    ¡Exacto!

    Voy leyendo de arriba a abajo y eso es lo que acababa de responder a benjamingrullo.

    «A mí no me importa nada que lo pasen fatal.»

    Yo, que soy peor persona que usted, me río mucho. No sé quién es peor: si el maketo haciendo el vasco, o el vasco haciendo como que no se da cuenta de que todos fingen.

  31. Belosticalle:

    «Benjamín Grullo, basso ostinato»

    Desde luego no es de los que se deja llevar por la corriente.

  32. catalina dijo:

    Creo que estoy de acuerdo con todo lo que usted desarrolla SURSUM, y en lo que no, las diferencias no merecen ser tenidas en cuenta.

    Sólo insistir en que cuando se habla del Hombre no existen los medios «naturales», todos son artificiales. El que nos ha tocado vivir -a los del Goierri- es mil veces más enrevesado y artificial que el de Madrid, que tiene unos límites más flexibles en lo tocante a los comportamientos del personal. En este sentido, la sociedad madrileña es mucho más libre que la sociedad goierritarra. Porque se trata de eso, de la libertad.

    El reverso es que los nacionalistas se han construido una jaula incomodísima, a la que ni ellos tienen cariño por mucho que digan. Porque la mayor parte de lo que constriñe al no nacionalista les acaba pasando factura también a ellos. Obligarán al funcionariado a vivir en eusquera pero ellos, al cerrar la puerta del despacho y sentirse en confianza, se pasarán rápidamente al castellano. El poder les compensa, de eso no hay duda, pero menuda vida llevan, leyendo las pifias que leen, aplaudiendo a rabiar a bersolaris y certámenes de acordeón autóctono.

    Que se aguanten.

  33. Catalina:

    Pues sí: en el pecado llevan la penitencia, porque al crear unas normas tan rígidas acaban por tener que cumplirlas cuando no quieren y cuando no les conviene.

    El nacionalismo nació en un contexto social que ha desaparecido pero sobrevive como ideología a precio de renunciar al 90% de lo que era. Hoy vivimos en un mundo globalizado, mucho más universal que el que conocía un nacionalista que lo menos parecido que había visto a un vasco era un burgalés. Y hoy el País Vasco es del tamaño de un barrio de Pekín y «ellos» lo saben porque han tenido que viajar alguna vez a China.

    Se acabó el nacionalismo porque se acabó la situación que lo hacía posible. Y si no acaba pronto, peor, porque tendrá la relevancia de un enano en un mercado de gigantes, ¡Ni se le vería, pues!

  34. Por cierto, hoy un nacionalismo español o un nacionalismo alemán son el mismo tipo de paletismos que el vasquismo del siglo XIX. España, Alemania, las nacioncitas europeas, son todas sueños interrumpidos por el despertar del gigante chino.

    Me alegraría si no fuera por el riesgo que tiene la cosa.

  35. catalina dijo:

    Y sin embargo, lo que se nos viene encima en un par de meses es un proyecto vasco-leninista que nos puede dejar tiesos.

  36. catalina dijo:

    Perdón don BENJA, Goyerri, Goyerri y Goyerri. Luego repetiré un millón de veces a solas.

  37. Si el gobierno tiene el mínimo de conciencia de que lo es y de que tiene recursos para evitar la Albania del Cantábrico, EH Bildu será tan pelma como una txalaparta y tan poco relevante.

    Pero vivimos en una Europa en que buena parte de la socialdemocracia no acaba de salir mentalmente de una película de Disney. No hay más que ver sus posturas sobre todos los conflictos en el mundo y la catarata de ingenuidades que se derrama sobre lo que toque. En Siria piden la unidad de la oposición y la democratización del país. Claro, y pedirán elecciones libres y mandaremos observadores.

  38. Catalina:

    Una de las cosas que me parecen normales, aunque la promoviera S Arana, es la regularización de la ortografía en vascuence.

    En la ortografía del castellano juega un papel la etimología y la historia, y las Cs y las Qs tienen su porqué. Pero en vascuence, el uso de una ortografía románica es un inconveniente que aparenta irregularidades donde no las hay.

    Vale que en los apeliidos se use por tradición, pero no en el lenguaje.

  39. Y ya que estamos, no sólo coincido con Esperanza Aguirre de que a los arquitectos habría que matarlos a todos, sino también a los directores de escena de ópera y a los académicos de la lengua.

    ¿Pues no nos dicen que debemos escribir Catar, en vez de Qatar, porque algún alérgico a los libros no sabe pronunciarlo? ¿Y por qué no en vez de Kuwait, no debemos escribir Cuvait o Cubait? ¿Y por qué Sri Lanka, si a un hispanohablante eso de SR le resulta impronunciable?

    En árabe Q y K no suenan igual, kalb es perro y qalb, corazón. Si ellos escriben Iraq o Qatar, pues hagamos la trasliteración más sencilla que es buscar la máxima correspondencia entre signos.

  40. en que, joder, en que. WP y su papelera.

  41. jon juaristi dijo:

    La respuesta a la cuestión que me plantea Benjamingrullo acerca de por qué la elite social y económica de Neguri se ha comportado en forma tan menaz es bien sencilla: Neguri no fue nunca una elite, una minoría selecta y rectora. No trató de serlo.

    A diferencia de la burguesía industrial catalana, que se organizó políticamente y contó con dos líderes de altura, Prat de la Riba y Cambó, la mal llamada oligarquía vasca no fue una clase orgánica. En rigor, no fue ni oligarquía ni vasca, sino una pequeña plutocracia bilbaína sin influencia política en el ámbito regional vasco y con muy poca en Bilbao, donde la perdió a finales de la Restauración en beneficio de los nacionalistas y, tras el intervalo de la Dictadura de Primo de Rivera, que le entregó la diputación de Vizcaya (a través de las gestoras) y el ayuntamiento bilbaíno, volvió a perder ambos en 1931, esta vez en provecho de la coalición de izquierdas. Durante el franquismo se encargó de gestionar la administración local vizcaína como testaferro del régimen. Y luego se desvaneció.

    Lo característico de la región vascongada en la época contemporánea ha sido la crisis endémica de los liderazgos sociales. El estamento de los notables rurales, los jaunchus, perdió su predicamento durante la larga crisis del Antiguo Régimen, minado por las machinadas y por su propia torpeza en la política española, en la que se alió sistemáticamente con los perdedores (primero, con Godoy; después, con José Bonaparte y, finalmente, con la dinastía carlista). Pero no hubo una oligarquía de sustitución. La burguesía industrial y financiera que emerge con la Restauración -aunque con raíces en el período isabelino- no se interesó en la política. Le interesaba forrarse el riñón cuanto antes, y de ahí que su ciclo histórico fuese tan corto. Se agotó en medio siglo: el que duró la Restauración, y sólo produjo cuatro personalidades de cierta enjundia política. Los cuatros, por cierto, se llevaron a matar entre ellos: Víctor Chávarri, José María Martínez Rivas, Horacio Echevarrieta y Ramón de la Sota y Llano. Un canovista, un liberal dinástico, un republicano y un nacionalista vasco.

    Víctor Chávarri tenía olfato. Tumbó al gobierno liberal de Moret en 1894 e hizo aprobar los aranceles canovistas del año siguiente. Convirtió el sindicato empresarial siderúrgico de Vizcaya -la llamada «Piña»- en algo parecido a un grupo de presión político que influyó en el giro proteccionista del cambio de siglo y tuvo a raya a los socialistas, los cuales, tras el éxito de la huelga general de 1890, no pararon de armar bronca. Pero Chávarri murió muy joven y no encontró un sucesor de fuste.

    Martínez Rivas trató de apoyarse en los empresarios mineros -que, por la fuerte demanda internacional del mineral de hierro vizcaíno (el all iron, de gran pureza), estaban en contra de los aranceles- para desarrollar en Vizcaya el fusionismo liberal. Fracasó, porque sus colegas eran bastante brutos y no se molestaban siquiera en negociar con los socialistas. Rompió con ellos en 1910, a raíz del lock-out empresarial en la zona minera, y llegó a un acuerdo en solitario con los sindicatos. A partir de entonces se quedó más solo que la una.

    Echevarrieta no llegó muy lejos a causa de la debilidad y las divisiones internas del republicanismo bilbaíno, en el que campaban unitarios, federales y otras sectas de diverso pelaje. Quien tuvo más éxito de los cuatro fue Sota, que compró el pequeño partido de los hermanos Arana Goiri para convertirlo en plataforma política del librecambismo. Le costó lo suyo, pero, a finales de la Gran Guerra (durante la que se hizo de oro), había conseguido dominar la Diputación vizcaína (al frente de la cual puso a su primogénito, Ramón de la Sota y MacMahón) y el Ayuntamiento de Bilbao. De no haber sido por el golpe de Primo de Rivera en el 23, es muy probable que Sota hubiera arrastrado todo Neguri al nacionalismo, Ese camino llevaba, al menos. A través de su hijo Ramón, al que intentó convertir en una versión vasca de Cambó, consiguíó una clara hegemonía sobre las otras administraciones provinciales vascongadas, que le bailaron el agua. Trató sin miramientos a la oposición interna del PNV, del que expulsó a todos los aranistas, empezando por el propio padre de la idea nacionalista, Luis Arana Goiri. Se llevó estupendamente con el Rey, que era, como él, anglófilo y aficionado a las regatas, y moderó lo suficiente al nacionalismo como para que Neguri le perdiera el miedo. Por otra parte, Neguri fue en gran medida creación del propio Sota, que le impuso sus criterios arquitectónicos y urbanísticos (el llamado estilo neovasco de Smith e Ibarreche). Neguri se edificó en terrenos de Sota -la gran parcela de Ondategui- y fue el capellán de éste, Resurrección María de Azcue, el que le buscó nombre: Negu-uri, «ciudad del invierno». Su cronista oficial durante los felices veinte fue otro de los hijos de Sota, Alejandro.

    La imagen de las relaciones de Sota con Neguri se ha distorsionado bastante a consecuencia de la guerra civil. No es cierto que Sota fuera un personaje enfrentado a su medio social. Su primo y socio, Eduardo Aznar, era un miembro conspicuo de la pequeña sociedad negurítica, como el propio Sota. Sus hijos y nietos practicaron la endogamia de rigor en ese ambiente y se casaron con gentes de Neguri. La leyenda del Sota despreciado por sus pares viene del trauma de la guerra civil, durante la cual fueron asesinados por las izquierdas en los pontones y conventos de Bilbao muchos amigos, vecinos y parientes de Sota mientras los hijos de éste (Sir Ramón ya había muerto) se alineaban sin excepción con los nacionalistas. Otro dato interesante; Sir Ramón nunca se afilió al PNV ni a ningún otro partido.

    Sota fue el personaje de Neguri que más posibilidades tuvo de convertirse en un líder de mayorías en las provincias vascongadas. Salvo los aranistas disidentes, que eran minoritarios, las clases medias nacionalistas estaban con él y no le faltaban seguidores en el medio rural vascohablante, al que Sota, al contrario que los otros miembros de Neguri, supo tratar siempre con respeto y deferencia. Sus hijos aprendieron vascuence, y tenían rigurosamente prohibido tratar de «boronos» o «jebos» a los aldeanos, lo que siempre ha hecho el pijerío bilbaíno que se ha esmerado en conservar sólo lo peor de la tradición liberal del XIX, y luego se extraña de que los nietos de los campesinos carlistas se hicieran nacionalistas.

    La historia de lo que Gregorio Morán llamó -por una vez, con acierto- el «segundo Imperio de Neguri» es bastante casposilla. Las minas se cerraron y las viejas industrias de los abuelos, obsoletas y poco rentables, fueron cayendo bajo el control de la administración del Estado, que impuso sus propios directivos (como Gregorio Millán en Babcock o Claudio Boada en AHV). El vivero de la Universidad de Deusto dejó de suministrar cuadros neguríticos a las direcciones de las empresas, que prefirieron abastecerse de ingenieros salidos de la universidad pública. La presencia en las instituciones de hombres y mujeres de Neguri durante la época franquista no fue especialmente lucida. Franco agarraba unos cabreos descomunales cada vez que pasaba por Bilbao y veía las chabolas de los montes circundantes. Por el contrario, alababa la buena gestión municipal de Baracaldo, laboratorio del obrerismo católico, cuyo ayuntamiento presidía un delineante carlista de Altos Hornos. El Caudillo echaba pestes de los vástagos de las viejas familias y manifestaba una indisimulada simpatía por una nueva clase empresarial vasca que empezaba a surgir al margen de Neguri (por ejemplo, los Sendagorta, marinos de Plencia). Cuando se acabó el franquismo se acabó Neguri, y me da igual que la fecha de finiquito se ponga en el asesinato de Javier Ybarra por ETA o en la purga del Consejo de Administración del BBV. Usted, benjamingrullo, que tanto entiende de zombies y que, como yo, ha conocido desde sus días colegiales el Neguri, digamos, terminal, podría escribir una estupenda novela sobre aquel Segundo Imperio muerto en vida, verdadera población Potemkin del franquismo más cursi. Hágalo antes de que se le adelanten, porque los más espabilados de los supervivientes están empezando ya a contar sus historias personales, y de ahí a la novela hay poco trecho. Lea, por ejemplo, las memorias de Alejandro Gaytán de Ayala, «De Neguri a Lausana», publicadas este año por la editorial bilbaína Muelle de Uribitarte. Y recuerde aquello que escribió un día mi amigo Javier Gonzáles de Durana, y que gustará seguramente a doña Catalina por sus implicaciones psicoanalíticas: «Ni Bilbao fue Viena, ni Smith fue Otto Wagner, ni Adolfo Guiard Kokochska, ni Prieto Otto Bauer, ni el doctor Areilza el doctor Freud».

  42. catalina dijo:

    Don Jon Juaristi:
    Otro texto para guardar, ya le vale.

  43. jon juaristi dijo:

    Don Sursum, la reforma ortográfica promovida por Sabino Arana en sus» Lecciones de ortografía del euzkera bizkaino» (de 1898, creo recordar) no es la que se ha aplicado en el llamado batua, que se atuvo en lo fundamental a la propuesta de Resurrección María de Azcue, anterior a la de Arana. Ésta era demencial, inmanejable, con sus eles «mojadas» y sus erres con tilde. El propio Arana, en su periódico Bizkaitarra (así, con dos erres) se excusaba del retraso en la publicación de textos con ortografía reformada porque no acababan de llegar los tipos especiales de imprenta que había tenido que encargar a…Madrid.

    La ortografía de los textos en vascuence anteriores a Azcue no era tan embrollada o confusa, aunque careciera de una norma común. Precisamente porque también en vascuence escrito podria preservarse una huella de la etimología y de la historia, hubo alternativas al modelo de Azcue -que no llegaron a prosperar-, basadas en un regreso a la ortografía de los siglos XVI y XVII. Krutwig escribió siempre con una ortografía complicadísima, elaborada según su capricho a partir de los textos de Axular y de otros escritores de la escuela labortana.Gabriel Aresti, en sus últimos años, adoptó la de las obras del hugonote Leizarraga (o Leiçarraga) de Briscous, traductor del Nuevo Testamento.

  44. albatros dijo:

    Flop, flop, flop… dominical sabrosón

    Don Sursum, creo que la Academia escribe ahora Iraq, con su cu etimológica; la ka la impuso en el Drae92 pero ya no está porque deben haber aceptado que el español no fomenta la ka como coda final. Hay algunos ejemplos como «rock», «kayak», «volapuk», etc., pero nada más.

  45. luigi dijo:

    El Absoluto lo es todo.

  46. benjamingrullo dijo:

    No soy vasco, Sursum, paso de esa flipada. Luego les contesto.

  47. albatros dijo:

    ¿qalb? ¿está emparentado con el «kardia» griego y los románicos cuore, corazón, coração y coeur, y los germánicos heart y Herz? (todos con la «Kh» indoeuropea -grafía ka con una media uve adosada (no recuerdo su nombre) que debía sonar como la kh de Jartum)? (pensando en voz alta)

  48. Neo... dijo:

    ¿Estudiar euskera?

    ¡Cuando se pongan de acuerdo el qué!

  49. Gaugamela dijo:

    D. Albatros,qalb es una voz semítica, no indoeuropea.

  50. Piojo García, interesantísima su entrada. Gibraltar es un escenario en el que no había pensado. El tuning allí tiene que haber sido digno de Berlanga.

    Dice Catalina “A mí no me importa nada que lo pasen fatal.” Incluso un poco peor que fatal. Yo ya he perdido, perdí en las elecciones de aquel 24 de mayo. Ahora quiero verle perder al PNV y que un tal Joxe Gartzia Lopetz le exija aprender eusquera a Iñaki Anasagasti. Me da que lo veremos.

    Don Belosti, lo de Ostinato se lo guardo.

    Dice Catalina: “Nuestro entorno es completamente normal desde el punto de vista cultural, es el que hay, es un entorno cultural como otro cualquiera, tan artificial, tan creación humana como todos.” Artificiales son todos, claro, pero también históricos. La nueva cultura vasca carece de aquello a lo que más apela, historia. Es un producto moderno y de laboratorio.

    Repanocha se ha explicado perfectamente. La ciudadanía madrileña no se impregna de etnicismos. Hay variedad en las calles y no se le exige a la peña que se ampute su origen.

    Xcomentar, no creo que haya incomodado a nadie. El modelo español que usted dice es un modelo ciudadano, no exige adhesiones emocionales ni constantes pruebas de pertenencia. No sé qué estatus es ése que a usted incomoda. Usted puede ser el protovasco, de acuerdo al estereotipo milenario creado anteayer, dentro de el modelo de ciudadanía. Es perfectamente compatible.

  51. Benjamingrullo:

    «No soy vasco, Sursum, paso de esa flipada.»

    Usted no es nacionalista pero no puede dejar de ser hijo de sus padres y llevar sus apellidos. Y con honor.

    El error es aceptar el determinismo de los nacionalistOs (creo que el copyright era de MSF) de que si uno lleva apellidos vascos sólo puede votar PNV y debe asumir su ideología y simbologia. Y que si no hace eso ¡no es vasco! ¿Y qué va a ser usted, hombre, tibetano? Yo sólo tengo algunos ascendientes vascos y me parece tan bien como que tengo otros gallegos y de otros sitios.

  52. Sursum, no es así, como usted dice “Pienso, creo que como usted, que los rasgos de pertenencia más básicos son anteriores al uso que se les da para manipular porque de otra manera aparecerían como un claro invento hasta para el más pardillo. Los creadores de opiniones empiezan con algo asumido de manera general y lo modifican en su provecho.” Le digo lo mismo que a Catalina, la neoidentidad vasca también se podría haber creado de la nada. Cualquier estética superficial se puede gestionar nuestro instinto de pertenencia, incluso con una inventada, tal y como hacen los monitores con los niños en los campamentos. Aunque también es verdad que el maquillaje étnico milenario le da cierto glamour patatero que para algunos parece irresistible.

    No sé si conoce La Metáfora del Jardinero de Zygmunt Bauman: (de la wiki) Contraposición entre culturas cultivadas, producidas, dirigidas y diseñadas por una parte y culturas silvestres o “naturales” por otra. En las primeras prima la necesidad de un poder que ejerza un diseño artificial, ya que el jardín en que la sociedad se ha convertido no tiene los recursos necesarios para su propio sustento y autorreproducción por lo que es dependiente de este poder.
    En las culturas silvestres, en cambio, los recursos de autorreproducción estaban en la propia sociedad y en sus lazos comunitarios, lo que les permitía saber cuáles eran las malas hierbas, las malezas, y cómo eliminarlas.
    Dichas malezas que crecen en las periferias de la sociedad serán los pobres entendidos como clases peligrosas sobre los cuales se aplican y recaen las fuerzas del poder pastoral. La realización completa del Estado jardinero se encuentra en el Estado totalitario propio del siglo XX, que encuentra sus malezas ya sea en el judío o en cualquier sujeto posible del genocidio. En ultima instancia el genocidio sería la máxima concreción de la jardinería social, la depuración de las malezas en función de la concreción de una imagen de lo que el jardín debe ser.

    Le he visto, doña Catalina, ha escrito Goierri! ( y yo que ni sé cómo se escribe)

  53. albatros:

    «creo que la Academia escribe ahora Iraq»

    Pues me da usted una alegría. Porque hace falta necedad para normativizar un Myanmar, un Kampuchea y luego hacerle ascos a una Q.

    De qalb, lo que le dice Gaugamela.

  54. Jon Juaristi:

    Muy buen relato. Y muy esclarecedor.

  55. Grullo:

    En toda realización humana hay algo natural y algo artificial. Lo natural está en la base y lo artificial se edifica sobre lo natural. Incluso lo natural es que el ser humano haga cultura, como evolución de pautas de adaptación aprendidas y transmisibles. No hay una dicotomía insalvable y los «apañoles» que tan mal entiende hacen su apuesta: sumarse a una comunidad que supuestamente les recibe bien y les da ventajas. No hay la despersonalización que usted cree pues igual de despersonalizante es creer que uno debe hacer, pensar y votar lo que sus abuelos, sus padres o los portadores del haplogrupo patatín.

    ¿No le parece el colmo de los absurdos que los descendientes de griegos estés todo el día haciendo el papel de griegos, aunque hayan nacido en los USA? Como le gustan las pelis, «Mi gran boda griega», aunque no sea muy buena. O la monserga de los italoamericanos, judeoamericanos y demás x-americanos, que no saben pasarse si tener una comida tradicional o una costumbre tradicional con la que identificarse. Pero puede que vivir solito en NY sea penoso, y uno se busca un club.

    Le vuelvo a preguntar lo de antes: cuando un cargo del PNV se hace el aldeano ¿no cree usted que actúa para su público? ¿No se asimila a un modo de ser artificial y que no es el suyo cuando no actúa?

  56. Don Jon, pero a mí Neguri no me interesa. De hecho lo único que encuentro interesante es su ausencia total de interés. No sé si habrá existido en el mundo una concentración de riqueza tan esteril. Me interesa mucho más la desquiciada sociedad algorteña que unos ricos que, como bien dice, ni han sido elite ni han cumplido con el papel social que les correspondía. Aunque Neguríticos sea la palabra con la que se les designa, Neguri era más humilde, la oligarquía, mas que negurítica era de Las Arenas, Ondategui y del frente de la campa del Loro. Esa oligarquía era gente que simplemente tenía dinero, ahí se acababa su gracia. Son como los protagonistas de Texasville o como aquellos con los que se moría por socializar el Gran Gatsby, decadentes desde el primer día.

  57. Grullo:

    Usted y JJ son de ese tipo de vascos que sigue encontrando radicales diferencias entre los de Las Arenas, los de Neguri y los de Algorta, mientras que todos los chinos les parecen iguales.

    El mapamundi de Bilbao, vamos. Y me dijo que usted no era ¿qué?

  58. Penalty y Expulsión dijo:

    Don Benja: Lo suscribo. Llevé a la señora Expulsión a tomar las rabas en Los Tamarises un viernes hacedos años y me dijeron que solo las ponían los fines de semana.

    (eso ya no es decadencia. es ruina «eminente»)

  59. manderley dijo:

    De acuerdo con Benjamingrullo y Repanocha.

  60. Grullo:

    «Repanocha se ha explicado perfectamente. La ciudadanía madrileña no se impregna de etnicismos. Hay variedad en las calles y no se le exige a la peña que se ampute su origen.»

    Anda, como que una tal Aguirre es presidenta de la Comunidad. Madrilgo lehendakaria (¿será lehendakariñe?)

    Por cierto, todos los vascos cabéis en un barrio de Madrid, así que tiene que ser inclusiva por narices.

    Por cierto bis. También me sentí muy bien en mis años trasplantado a Madrid. a veces echo de menos la linea 27, la cuesta de Moyano y el paseíto mañanero para ver la casa esa con tantos cuadros.

  61. albatros dijo:

    Sí, doña Gauga, es puritita etimología parda, un juego, y como tal debe tomarse: del ´sanscrito «hrid» deriva el griego «krid» > «kardia»; del griego habría pasado [ojo, puro juego] como trasliteración al árabe a través del siríaco -dialecto del arameo, lengua semítica-. Es plausible ya que el siríaco contribuyó al desarrollo del árabe entre los siglos IV y VII d. C.

    Esa cu con un sonido parecido al derivado del indoeuropeo, esa confusión de la vibrante erre con la lateral ele, como en el caso de los chinos, esa oclusiva final, be o te… es tentador.

  62. albatros dijo:

    Veo ahora su mensaje, Sursum.
    Corrección: la influencia del siríaco en el árabe se extiende hasta el s. VIII.

    Lo que no es una invención es que hay términos médicos que del griego pasaron al siríaco y arabizados llegaron al latín o directamente a las lenguas vernáculas. A ver si mañana encuentro algún ejemplo.

  63. albatros:

    Hay cosas también en sentido contrario, como que qasr, que da alcázar, viene de castra latino, o las etimologías griegas, pasando por el árabe, de albérchigo, albaricoque o albóndiga.

    De todos modos, hay que tener todo el escepticismo de Voltaire con la etimología: lo de que es una ciencia en la que las vocales importan poco y las consonantes casi nada.

  64. jon juaristi dijo:

    Sobre las diferencias entre los barrios de Guecho escribió Zunzunegui (que era de Portu): En Neguri vive una falsa aristocracia con títulos pontificios y palacios de pega. En Las Arenas vegeta una clase media ramplona y resignada. Los de Algorta son hijos de picabilletes del ferrocarril de Plencia y de barqueros de Arriluce, pero mucho más chulos que los de Neguri y Las Arenas.

    Cuando mis padres dejaron Bilbao por Las Arenas (yo tenía seis años), Domingo Guzmán, presidente entonces del Athlétic, le dijo a mi padre: «¡Pero, hombre!¿Cómo se te ocurre ir a vivir a ese sitio donde son todos hijos de señoritos y cocineras?». Una visión típica de Neguri, por supuesto.

    Y, en fin, de Unamuno: «¡Las Arenas! ¡Qué horror!»

    Pero seamos justos sobre la esterilidad de la riqueza de Neguri, que no pudo tener una clase ociosa como la descrita por Veblen y novelada por Scott Fitzgerald porque el ocio se lo controlaban los jesuitas. Nada de sofisticaciones: ejercicios espirituales y fútbol a todo pasto. Como en una misión guay de Paraguay.

  65. Gaugamela dijo:

    Totalmente de acuerdo, don Sursum. Los especialistas en Lingüística Comparativa o Imdoeuropea trabajan sobre hipótesis para elaborar posteriores teorías. La mayor parte de las veces se quedan en puras hipótesis, porque no hay forma humana de avanzar sobre bases tan endebles.

    D. Albatros, siga usted trabajando la hipótesis, pero asegure bien los cabos. La base es lo más importante en estos casos.

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